viernes, 25 de noviembre de 2011

SIN PALABRAS...



Sin palabras quisiera que me comprendieras …
        … que con sólo mirarte bastara… Que mis ojos hablasen y contase mil historias mi mirada.
      En mi pecho despiertas pasión, deseo, apoyo, complicidad, amistad, vida, pero luego, al hablarte, noto que la palabra no conjuga el verbo de mi alma.
        El silencio es libertad, en la escucha y en la espera, y sin embargo, a mi pesar, la palabra me condena, pues quisiera decirte aquí estoy, sin pedirte nada a cambio, compañera, y de mis labios salen reproches, que nuestro agua envenenan.
        Yo maldigo la palabra, porque no es mi consejera, porque me falla, traiciona, me vende, solo sabe hablar de ideas, y se olvida que la sangre, esa que va por mis venas, si conoce al corazón que por ti late con fuerza.
        Soy dueño de mi silencio en el que fraguo quimeras, de quedarme en tu regazo y que tú me comprendieras, acaso persigo ese sueño que la realidad se lleva, pues llega el momento, te hablo, y son distintas nuestras lenguas.
        En qué momento dejé de ser profeta en tu tierra, de ser adalid de tu causa, de hablar tu lengua materna y me volví extranjero en tu casa, invasor en pie de guerra.
        Sin palabras quisiera acercarme y así poder tocar tu conciencia, desnudarme de intenciones y mostrarte con llaneza, lo que siento, vivo y tengo, sin tapujos, con franqueza.
        Sin palabras… sin pronunciar ni una palabra… quisiera que me comprendieras.

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